martes, 21 de junio de 2011

Cuando todo acaba,

Aquella noche, en la orilla del mar mis pies tocaban el agua, la luna tenía un extraño color anaranjado y una suave brisa mecía mi cabello. Todo estaba en calma. Con un toque nostálgico y casi romantico que me hacía suspirar.
Mi mente fue recordando cada momento desde que te conocí.
La primera mirada, llena de incertidumbres y misterios. Pero tan profunda que me perdí.
La primera sonrisa. Tan dulce que sentí unos nervios terribles.
Nuestra primera conversación. Fue extraña porque congeniamos al momento.
Aquel preciso instante en el que supe que mi corazón ya te pertenecía.
Las veces que lloré y sufrí por tí.
El día que me consolaste sin saber que quien me hacía daño eras tú.
Aquella tarde mientras escuchabamos música y me besaste...
Despertar de un sueño, del que desgraciadamente tuve que despertar. Y darme cuenta por fin, que un nosotros ya no puede existir.

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